«Y vosotras, hijas mías, alabadle que lo sois de esta Señora verdaderamente; y así no tenéis para qué os afrentar de que sea yo ruin, pues tenéis tan buena madre. Imitadla y considerad qué tal debe ser la grandeza de esta Señora y el bien de tenerla por patrona».
M 3,1,3
«Y vosotras, hijas mías, alabadle que lo sois de esta Señora
verdaderamente; y así no tenéis para qué os afrentar de que sea yo ruin, pues
tenéis tan buena madre. Imitadla y considerad qué tal debe ser la grandeza de
esta Señora y el bien de tenerla por patrona». M 3,1,3
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