Santa Marta, Virgen

“Cristo en casa de Marta y María” óleo de Jan Vermeer van Delft,
Galería Nacional de Escocia, Edimburgo (Reino Unido)

[5] Santa era Santa Marta, aunque no dicen era contemplativa; pues ¿qué más queréis que poder llegar a ser como esta bienaventurada, que mereció tener a Cristo Nuestro Señor tantas veces en su casa y darle de comer y servirle y comer a su mesa? Si se estuviera como la Magdalena, embebidas, no hubiera quien diera de comer a este divino Huésped. Pues pensad que es esta Congregación la casa de Santa Marta y que ha de haber de todo; y las que fueren llevadas por la vida activa, no murmuren a las que mucho se embebieren en la contemplación, pues saben ha de tornar el Señor de ellas, aunque callen, que, por la mayor parte, hace descuidar de sí y de todo.
[6] Acuérdense que es menester quien le guise la comida, y ténganse por dichosas en andar sirviendo con Marta; miren que la verdadera humildad está mucho en estar muy prontos en contentarse con lo que el Señor quisiere hacer de ellos y siempre hallarse indignos de llamarse sus siervos. Pues si contemplar y tener oración mental y vocal y curar enfermos y servir en las cosas de casa y trabajar –sea en lo más bajo–, todo es servir al Huésped que se viene con nosotras a estar y a comer y recrear, ¿qué más se nos da en lo uno que en lo otro?. (Camino de Perfección 17, 5-6)
Teresa de Jesús


Santa Marta. Finales del siglo XV. Autor desconocido. 
Musée de Cluny - Musée national du Moyen Âge. 

[5] Santa era Santa Marta, aunque no dicen era contemplativa; pues ¿qué más queréis que poder llegar a ser como esta bienaventurada, que mereció tener a Cristo Nuestro Señor tantas veces en su casa y darle de comer y servirle y comer a su mesa? Si se estuviera como la Magdalena, embebidas, no hubiera quien diera de comer a este divino Huésped. Pues pensad que es esta Congregación la casa de Santa Marta y que ha de haber de todo; y las que fueren llevadas por la vida activa, no murmuren a las que mucho se embebieren en la contemplación, pues saben ha de tornar el Señor de ellas, aunque callen, que, por la mayor parte, hace descuidar de sí y de todo.
[6] Acuérdense que es menester quien le guise la comida, y ténganse por dichosas en andar sirviendo con Marta; miren que la verdadera humildad está mucho en estar muy prontos en contentarse con lo que el Señor quisiere hacer de ellos y siempre hallarse indignos de llamarse sus siervos. Pues si contemplar y tener oración mental y vocal y curar enfermos y servir en las cosas de casa y trabajar –sea en lo más bajo–, todo es servir al Huésped que se viene con nosotras a estar y a comer y recrear, ¿qué más se nos da en lo uno que en lo otro? (Camino de Perfección 17, 5-6)
Teresa de Jesús



Beato Juan Soreth, o. carm.


Durante veinte años sirvió a la Orden como General, con admirable espíritu de humildad y servicio. Falleció en 1471. Se le recuerda por sus trabajos para reconducir la Orden a su primitiva observancia en una época histórica especialmente crítica. Escribió un célebre comentario sobre la Regla y publicó las Constituciones revisadas. Se le considera el fundador de las monjas carmelitas y del Carmelo Seglar, ya que organizó el reconocimiento jurídico de unas y otros, como miembros de derecho de la familia carmelitana. Fue beatificado en 1866.

Se le suele representar con un copón en la mano, porque con motivo de un incendio se arriesgó a entrar en la Iglesia para salvar el Santísimo sacramento de las llamas.

Es el general de la Orden que dio reconocimiento jurídico a las monjas y a los seglares carmelitas en la Orden del Carmelo. 

Aunque se hablaba de primera Orden (los frailes, porque fueron los primeros), segunda Orden (las monjas, que vinieron después) y tercera Orden (los seglares, que entraron en el Carmelo los últimos), se trata de tres ramas de la misma familia, de tres maneras de vivir el único carisma carmelitano. 

Hoy hay que contar también a los institutos misioneros afiliados a la Orden, que son tan carmelitas como los demás, pero cada uno vive su pertenencia a la familia de una manera peculiar. 

Así que el Carmelo está compuesto por frailes, monjas contemplativas, religiosos y religiosas de vida activa, institutos seculares y grupos laicales unidos a la única familia por distintos vínculos. Entre todos formamos la gran familia del Carmelo, extendida por los cuatro continentes.









san Pedro Poveda (1874-1936)




Pedro José Luis Francisco Javier Poveda Castroverde vivió entre 1874 y 1936. Nació en Linares (Jaén, España) en una familia numerosa y creyente en la que recibió una educación cristiana y comprometida.

San Pedro Poveda, fundador de la institución teresiana. Humanista y pedagogo, se relacionó con las principales asociaciones y personalidades de la vida intelectual y pedagógica de su época, potenciando la educación de los excluidos de la sociedad.


Beato Tito Bransdma


Nació en la ciudad de Bolsward (Holanda) en 1881, y entró de joven en la Orden de los Carmelitas. Fue ordenado sacerdote en 1905. Realizó estudios de especialización en Roma, donde obtuvo el grado de doctor en filosofía en la Universidad Pontificia Gregoriana. Vuelto a su patria, enseñó en varios liceos holandeses y fue profesor de filosofía e historia de la mística en la Universidad Católica de Nimega, de la cual fue Rector Magnífico. Periodista y publicista, en 1935 fue nombrado consultor eclesiástico de los periodistas católicos. Fue conocido por su disponibilidad para todos y en todo. Antes y durante la ocupación nazi de Holanda luchó, con fuerza y con fidelidad al Evangelio, contra la propagación de la ideología nacionalsocialista y defendió la libertad de la escuela y de la prensa católica. Por esto fue arrestado. Comenzaba así su calvario de sufrimientos y humillaciones, mientras infundía serenidad y daba consuelo a los otros deportados y los ayudaba en sus sufrimientos. En medio de tan atroces tormentos, sabía comunicar el bien, el amor y la paz. Después de pasar por varias cárceles y campos, al final fue internado en Dachau, donde el 26 de julio de 1942 fue asesinado.



“Ante un cuadro de Jesús en mi celda”


Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el calor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
solo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente;
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina prueba serán de tu ternura,
porque a ti me asemejan redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito yo en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Santos Joaquín y Ana

 

Padre santo, cuando la historia se acercaba a la plenitud de los tiempos, tú diste al matrimonio formado por Joaquín y Ana la gracia de una hija, María, predilecta de tu corazón, que sería Madre nuestra por la encarnación de tu Hijo. Concédenos que en todos los hogares de la tierra se tome como bendición y gracia la llegada de unos hijos que sean su flor y fruto en el amor. Amén.



El profeta Elías


 EL Carmelo celebra hoy al Profeta Elías, cuyo nombre (en hebreo ’Èl-iYahu) significa “Yahvé es mi Dios”.


                                        


"...El entonces Procurador General de la Orden, Eliseo Monsignani, lleno de alegría, cursó a los Provinciales esta comunicación: “Ha llegado el tiempo en que, aun cuando los carmelitas callen, las piedras y los mármoles hablarán y dirán que el profeta Elías es el Padre y Fundador de los carmelitas” ...


Nos recordaba el papa San Juan Pablo II el 24.9.1983

"Vuestro carisma hunde sus raíces en el Antiguo Testamento y se centra en torno a la grandiosa figura del Profeta Elías, el Profeta del Nuevo testamento. Él fue un hombre de Dios, Maestro testigo de oración. Como hijo del pueblo, es un ejemplo a seguir por vosotros de cómo tenéis que preocuparos de las necesidades del prójimo. Ello quiere decir que vosotros debéis ser hombres de Dios, testigos de la transcendencia divina, apóstoles de la Divina economía."


Beato Juan Soreth 

Bto. Juan Soreth (+1471) en su Exposición de la Regla: "Nosotros somos los Hijos de los Profetas, no según la carne, sino por la imitación de sus obras. El Redentor decía a los judíos que se gloriaban de proceder de Abrahán: "Haced las obras de Abrahán". Así hoy se debe decir a los carmelitas: "Haced las obras de Elías".

San Brocardo

San Brocardo, Superior General del Carmelo, a los moradores de aquella Santa Montaña antes de expirar: "Ajustad vuestra vida a la vida ejemplar de la Bienaventurada Virgen Maria y de nuestro fundador, el Santo Profeta Elías".



Nuestra Señora de la Divina Gracia o “Virgen de la cabeza inclinada”




La imagen original de Nuestra Señora de la Divina Gracia o “Virgen de la cabeza inclinada” ("Maria mit dem Geneigten Haupt" en alemán), fue encontrada por el venerable padre carmelita descalzo Domingo de Jesús María (1559-1630) entre un montón de escombros en la ciudad de Viena (Austria) el año 1610. Eran años de enfrentamientos entre católicos y protestantes y alguien había profanado el cuadro de la Virgen, dañándolo y tirándolo después a la basura.


El padre Domingo lo restauró y lo colocó en un lugar digno, invitando a la población a un acto de desagravio a María. La Virgen se lo agradeció inclinando la cabeza y dirigiéndole palabras de consuelo. Desde entonces la imagen de María quedó inclinada en la posición actual, de ahí el nombre popular de “Virgen de la cabeza inclinada” con el que es conocida en Viena. 


La imagen restaurada se convirtió en símbolo de la identidad católica que renace fortalecida después de cada persecución.

Como se sucedieron varios milagros ante esta imagen, la advocación a Nuestra Señora de la Divina Gracia se hizo muy popular, hasta el punto de que el duque de Baviera se la pidió al general de la Orden para llevarla a un nuevo convento de carmelitas descalzos que había fundado en Munich (Alemania). Más tarde el emperador Fernando II la llevó consigo a un convento carmelitano que fundó en Praga (Chequia). Al enviudar, su esposa la llevó consigo cuando se hizo carmelita descalza en un monasterio que ella fundó en Viena. A su muerte en 1655, la venerable imagen, que había presidido varias fundaciones carmelitanas en Centro-Europa, regresó al convento de los padres carmelitas descalzos de Viena. 

En 1901 se trasladó la fundación a una nueva iglesia en las afueras de la ciudad, dedicada a la sagrada Familia, donde se conserva hasta el presente. El templo con fotos de cada altar (también el de la Virgen) se puede visitar aquí. El año pasado recogimos en esta entrada las oraciones del día.

Los carmelitas descalzos celebrábamos una fiesta en su honor como conclusión de la "octava" de la Virgen del Carmen. Hoy su fiesta es el 23 de julio fuera de Europa y el 19 de julio en Europa, debido a que el 23 se celebra a santa Brígida de Suecia.



BENDICIÓN FINAL DE LA SOLEMNIDAD DE LA VIRGEN DEL CARMEN





V. Dios, Padre de bondad, llene de gozo sus vidas al celebrar solemnemente la fiesta de la Santísima Virgen María del Monte Carmelo.

R. Amén.

V. Que El conceda a quienes llevan el Santo Escapulario del Carmen la gracia de meditar y proclamar la Palabra a imitación de la Virgen María.

R. Amén.

V. Que El les haga sentir la protección materna de la Virgen María, en la hora de la muerte para que, purificados del pecado, gocen eternamente de su compañía.

R. Amén.

V. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y les acompañe siempre. R. Amén.




Novena a la Virgen del Carmen con textos de los Santos Carmelitas. DÍA NOVENO

MARÍA EN PENTECOSTÉS



Día 9º   Pedimos por el Carmelo, por los que hemos asistido a esta preparación, por nuestros familiares y amigos.


 Invocación inicial
“Santa Madre de Dios, gloria del Monte Carmelo, reviste de tus virtudes a la familia que tú has escogido, y defiéndela de todo peligro”.

Himno

Salve, estrella de los mares, 
de los mares iris de eterna ventura
salve fénix de hermosura
madre del Divino Amor.
De tu pueblo a los pesares
tu clemencia dé consuelo
fervoroso, llegue al cielo,
hasta Tí, hasta Tí nuestro clamor.
Salve, Salve, estrella de los mares
Salve estrella de los mares
Sí, fervoroso llegue al cielo
y hasta Tí y hasta Tí nuestro clamor.
Salve, Estrella de los mares
Estrella de los mares,
salve, salve, salve, salve
(Salve Marinera)

En escucha de la Palabra


“Entonces se volvieron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, que está próximo a Jerusalén la distancia de un camino sabático. Y cuando llegaron, subieron a la estancia superior, donde vivían, Pedro y Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago el de Alfeo, Simón el Zelota y Judas de Santiago. Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu, en compañía de algunas mujeres y de María la madre de Jesús y de sus hermanos” (Hch 1, 12-14).


Meditación de un texto de del siervo de Dios Bartolomé Xiberta



“El hombre entra en esta devoción prendido del exceso de amor que le manifiesta María... Ella derrocha amor... amor de Madre. Y las almas, vencidas, cambian el amor con amor. Así obra el bien y huye el mal... Subyugados por el amor que nos mostró María... no buscamos otra cosa sino corresponder, con una vida santa, a tanto amor. Amando, fuerza a ser amada”. 

“La fiesta del 16 de julio no es una simple fiesta, es mucho más. Es el día del año más delicioso, el que más se parece al día sin noche del Cielo: Ponernos en intimidad con María bajo su blanca capa e ir contemplando la belleza infinita de Dios, de la cual es un reflejo la de Ntra. Santísima Madre. […] Hazme oír tu voz. La voz dulce de María. Ella no callará si nosotros estamos atentos para escucharla. […] Aquel día pidan a Nuestra Santísima Madre por la Orden; creo que es también el día en que Ella hace sus planes de protección para todo el año. […] Todo lo que pudiera decir ya lo tienen en el Oficio litúrgico de la fiesta, tan sumamente hermoso; oficio que la Iglesia nos ha preparado para que sepamos los sentimientos que Nuestra Santísima Madre alimenta hacia nosotros, los que vivimos en el Carmelo, así como los sentimientos que nosotros debemos alimentar hacia María (Siervo de Dios Bartolomé Xiberta O. Carm, Fragmentos doctrinales, 352-357).


Responsorio

R. Desbordo de gozo con el Señor, * Y me alegro con mi Dios. Desbordo de gozo con el Señor

V. Porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo * Y me alegro con mi Dios. Gloria al Padre. Desbordo de gozo con el Señor



Preces

Invoquemos a Dios nuestro Padre en esta solemnidad de la Virgen María del Monte Carmelo, para que por su intercesión, derrame sus gracias sobre toda la humanidad.

Por la santa Iglesia de Dios que en María contempla su Madre y su modelo, para que aprenda a escuchar la Palabra y a proclamarla a toda la humanidad, roguemos al Señor.

Por todos aquellos que invocan a María como Madre y Protectora, para que encuentren en ella refugio en las adversidades y estímulo en la vida cristiana, roguemos al Señor.

Por las personas que llevan el santo Escapulario del Carmen, signo de consagración y de esperanza, para que aprendan a imitar las virtudes de la Virgen y reflejen en sus obras una vida evangélica, roguemos al Señor.


(Añadamos, en silencio, nuestras intenciones personales y por la Orden)

Ave María


Oración
Señor Dios nuestro, que has honrado a la Orden del Carmen con la advocación especial de la bienaventurada y siempre Virgen María, Madre de tu Hijo; concede a cuantos hoy celebramos su solemnidad, que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina.





Novena a la Virgen del Carmen con textos de los Santos Carmelitas. DÍA OCTAVO

MARÍA, AL PIE DE LA CRUZ



Día 8º   Pedimos por los inmigrantes


 Invocación inicial
“Santa Madre de Dios, gloria del Monte Carmelo, reviste de tus virtudes a la familia que tú has escogido, y defiéndela de todo peligro”.

Himno

La Madre piadosa estaba
junto a la cruz y lloraba
mientras el Hijo pendía.

Cuya alma, triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.

¡Oh, cuán triste y cuán aflicta
se vio la Madre bendita,
de tantos tormentos llena!

Cuando triste contemplaba
y dolorosa miraba
del Hijo amado la pena.


En Latín

Stabat mater dolorósa
iuxta crucem lacrimósa,
dum pendebat filius.
Cuius ánimam geméntem
contristátam et doléntem
pertransívit gládius

O quam tristis et afflícta
fuit illa benedícta
Mater Unigéniti!
Quae maerébat et dolébat
pia mater, cum vidébat
Nati poenas íncliti.


En escucha de la Palabra


“Junto a la cruz de Jesús estaban su Madre, la hermana de su Madre, María de Cleofás, y María la Magdalena. Jesús, al ver a su Madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su Madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego dijo al discípulo: Ahí tienes a tu Madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa” 
(Jn 19, 25-27).

Meditación de un texto de santa Teresa Benedicta de la Cruz




“Hoy he estado contigo bajo la Cruz, y he comprendido con una claridad nunca experimentada que bajo la Cruz tú te has convertido en nuestra Madre. ¡Con cuánta fidelidad una madre terrenal se preocupa de cumplir el último deseo de su hijo! Pero tú eras la sierva del Señor: el ser y el vivir del Dios Encarnado fueron inscritos sin reservas en tu ser y en tu querer. Así, tú has escondido en tu corazón a los que ya eran tuyos y para dar a cada alma nueva vida has dado como precio la agonía amarga de tu corazón sangrante. Tú nos conoces a todos: sabes nuestras lesiones, nuestras heridas. Y también conoces el resplandor celeste que el amor de tu Hijo quiere infundir en nosotros en la gloria eterna, y con materna solicitud guías nuestros pasos. Para conducirnos a la meta, no hay precio demasiado alto para tí. Pero los que has elegido para corona tuya para que te circunden un día delante del trono eterno, deben estar aquí contigo bajo la Cruz: y la agonía amarga de su corazón sangrante será el precio para adquirir el resplandor eterno en las almas amadas, confiadas en herencia por el Hijo de Dios” (S. Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), en Teresa RENATA del E. S., Edith Stein, Brescia 1952, 135).

Responsorio

R. Bajo tu protección nos acogemos, * Santa Madre de Dios. Bajo tu protección nos acogemos.

V. No deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades.
* Santa Madre de Dios. Gloria al Padre. Bajo tu protección nos acogemos.


Preces


Al celebrar la novena de la fiesta de la Virgen María, nuestra Señora, invoquemos a Cristo, diciéndole confiadamente: Por la intercesión de la Madre del Carmelo, escúchanos Señor.

Jesús, que desde la cruz confiaste a tu Madre al discípulos Juan para que la recibiera en su casa, otórganos una vida de intimidad con María, para llegar, con su ayuda, a la inefable experiencia de tu amor.

Cristo, Esposo de la Iglesia, que derramaste tu Espíritu Santo sobre los Apóstoles que perseveraban unidos en la oración con María, tu Madre, concede al Carmelo permanecer unido en la oración, para que se renueve continuamente con la fuerza del Espíritu.

Cristo, Maestro bueno, que nos has dado en María el modelo de todas las virtudes, haz que reproduzcamos la verdadera imagen de nuestra Madre, imitando su caridad.


(Añadamos, en silencio, nuestras intenciones personales y por la Orden)


Ave María


Oración
Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la Santísima Virgen María y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén




Novena a la Virgen del Carmen con textos de los Santos Carmelitas. DÍA SÉPTIMO

SANTA MARÍA, DISCÍPULA DEL SEÑOR



Día 7º   Pedimos por la paz de España



 Invocación inicial
“Santa Madre de Dios, gloria del Monte Carmelo, reviste de tus virtudes a la familia que tú has escogido, y defiéndela de todo peligro”.

Himno

Ave, Estrella matutina
de pecados medicina,
Reina del mundo divina.
El doliente cántico

De esta tu milicia
Escucha propicia.
Esposa de Dios electa,
Tú será la via recta
De nuestra victoria
De la paz, de la gloria.
A tus hijos, Madre pía,
sálvanos, dulce María.

(Ave Stella matutina)


En escucha de la Palabra


“Y vinieron a ver a Jesús, su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar has él. Entonces le avisaron: Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren verte. Él les contestó: Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en por obra” (Lc 8, 19-21).

Meditación de un texto de santa Teresa de Jesús de los Andes



 “Desde chica amé mucho a la Sma. Virgen, a quien confiaba todos mis asuntos. Con sólo Ella me desahogaba y jamás dejaba ninguna pena ni alegría sin confiársela. Ella correspondió a ese cariño. Me protegía, y escuchaba lo que le pedía siempre. Y ella me enseñó a amar a N. Señor. Ella puso en mi alma el germen de la vocación. […] Ella me amó y, no encontrando otro tesoro más grande que darme en prueba de su singular protección, me dio el fruto bendito de sus entrañas, su Divino Hijo. ¿Qué más me pudo dar?. […] Un día que me encontraba sola en mi cuarto, aburrida de estar en cama, oí la voz del Sdo. Corazón que me pedía fuera toda de El. No crea [que] esto fue ilusión, porque en ese instante me vi transformada. La que buscaba el amor de las criaturas, no deseó sino el de Dios. […] No sé cómo puedo agradecerle como debo a N. Señor este favor tan grande, pues siendo El todopoderoso, omnipotente., que no necesita de nadie, se preocupa de amarme y de elegirme para hacerme su esposa. Fíjese a qué dignidad me eleva: a ser esposa del Rey del cielo y tierra, del Señor de los señores. […] Papacito, no me negará el permiso. La Sma. Virgen será mi abogada. Ella sabrá mejor que yo hacerle comprender que la vida de oración y penitencia que deseo abrazar, encierra para mi todo el ideal de felicidad en esta vida, y la que me asegurará la de la eternidad. […] Pues a eso iré al Carmen: a asegurar mi salvación y la de todos los míos. Su hija carmelita es la que velará siempre al pie de los altares por los suyos, que se entregan a mil preocupaciones que se necesitan para vivir en el mundo […]
El fin de la carmelita me entusiasma: rogar por los pecadores, pasar la vida entera sacrificándose, sin ver jamás los frutos de la oración y el sacrificio. Unirse a Dios para que así circule en ella la sangre redentora, y comunicarla a la Iglesia, a sus miembros, para que así se santifiquen. Además, su lema me entusiasma: "sufrir y amar". ¿No fue esto lo que hizo constantemente la Sma. Virgen? ¿No vivió Ella siempre en una continua oración, en el silencio, en el olvido de lo de la tierra? ¿Cómo salva las almas? Por medio de la súplica, de la oración, del sacrificio […] Lo que ante todo procuraremos es vivir en esa oración continua en que la Virgen vivía. […] Sí Pídele a la Sma. Virgen que sea tu guía; que sea la estrella, el faro que luzca en medio de las tinieblas de tu vida. Que te muestre el puerto donde has de desembarcar para llegar a la celestial Jerusalén. […] Si; en el Carmen se principia lo que haremos por una eternidad: amar y cantar las alabanzas del Señor. Y si esta es la ocupación que tendremos en el cielo, ¿no será acaso la más perfecta?” (Santa Teresa de los Andes, Cta. 73, 81, 40, 130).


Responsorio

R. Bajo tu protección nos acogemos, * Santa Madre de Dios. Bajo tu protección nos acogemos.

V. No deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades.
* Santa Madre de Dios. Gloria al Padre. Bajo tu protección nos acogemos.


Preces

Al celebrar la novena de la fiesta de la Virgen María, nuestra Señora, invoquemos a Cristo, diciéndole confiadamente: Por la intercesión de la Madre del Carmelo, escúchanos Señor.

Por quienes que invocan a María, la Virgen del Carmen, en los peligros de la tierra y del mar, para que por ella lleguen a Cristo, Salvador de la humanidad, roguemos al Señor.

Por aquellas personas que duermen ya el sueño de la paz para que por intercesión de la Virgen María gocen de las alegrías del cielo, roguemos al Señor.

Por toda nuestra asamblea, para que la participación en el misterio de Cristo, nacido de la Virgen María, nos ayude a ser en el mundo testigos del amor de Dios, roguemos al Señor.

(Añadamos, en silencio, nuestras intenciones personales y por la Orden)


Ave María


Oración
Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la Santísima Virgen María y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén




450 años del Carmelo de Valladolid: actos conmemorativos

El 15 de agosto de 1568, Solemnidad de la Asunción, Teresa de Jesús inauguraba el Carmelo de Valladolid. Este año se han cumplido 450...