Novena a la Virgen del Carmen con textos de los Santos Carmelitas. DÍA SEXTO

MARÍA EN LAS BODAS DE CANÁ



Día 6º   Pedimos por los seminarista y todos los jóvenes


 Invocación inicial
“Santa Madre de Dios, gloria del Monte Carmelo, reviste de tus virtudes a la familia que tú has escogido, y defiéndela de todo peligro”.

Himno

Es la Virgen del Carmelo
la que más altares tiene;
su sagrado Escapulario
no hay pecho que no lo lleve.

Yo me asomo a la ventana
Y a voces llamo a mi madre;
si mi madre no me responde,
llamo a la Virgen del Carmen.


En escucha de la Palabra


“Había una boda en Cana de Galilea y la Madre de Jesús estaba allí; Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó vino y la Madre de Jesús le dijo: No les queda vino. Jesús contestó: Jesús le respondió: «¡Mujer! No te metas en mis cosas; mi hora no ha llegado todavía». Pero ella dijo a los que estaban sirviendo: «Haced lo que él os diga». Había allí seis tinajas de piedra, de las que utilizaban los judíos para sus ritos purificatorios, de unos cien litros cada una. Jesús dijo a los que servían: «Llenad las tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba». Una vez llenas, Jesús les dijo: «Sacad ahora un poco y llevádselo al que preside la mesa». Ellos cumplieron la indicación de Jesús. El presidente de la mesa probó el nuevo vino, sin saber su procedencia (sólo lo sabían los sirvientes que lo habían sacado), y, sorprendido por su calidad, llamó al novio y le dijo: «Todo el mundo sirve al principio el vino de mejor calidad, y, cuando los invitados han bebido en abundancia, se saca el corriente. Tú, en cambio, has reservado el mejor vino para última hora». Esto sucedió en Caná deGalilea. Fue el primer milagro realizado por Jesús. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él (Jn 2, 1-11).


Meditación de un texto de santa Maravillas de Jesús



“Cada vez siento más agradecimiento al Señor por haberme llamado al Carmelo […]. Uno de los motivos que me inclinaron al Carmelo fue el ser por excelencia la Orden de la Virgen. Estas casas se llaman:

«Palomarcitos o casas de la Virgen». ¿Cómo podremos vivir en su casa, agradar con Ella al Señor sin imitarla, como la Santa Madre lo deseaba? […]. A mí lo que más me pone en el corazón es el hacer estos palomarcitos cada vez más pobres y humildes, más semejantes a la Casita de Nazaret, que por algo llamaba la Santa Madre a sus conventos «Casas de la Virgen» […] ¡Qué bien se está en el asilo de la Virgen, bajo su manto, su mirada y con su amor![…] Es tan inmensa la gracia de la vocación al Carmelo, que bien se puede decir que todo es poco, por mucho que sea, para corresponder a ella. Ya lo verá por propia experiencia, cuando se encuentre en esta «casa de la Virgen» sin más preocupación que, en unión de sus hermanas, darse cada día más al Señor, ofrecerse de veras, para consolarle y ganarle almas, en oculto, en escondido, sólo bajo su mirada. […] Muy unidas estamos a esta Casa de la Virgen, donde El tiene sus delicias; que las tenga cada día más como las tenía en la casita de Nazaret; que more agradado, mandándolo y rigiéndolo todo, puesto que es su Casa y es el dueño absoluto de cosas y personas que son suyas […] ¡Qué fiesta tan hermosa la del Carmen! Cada año crece el amor hacia esta dulcísima Madre que nos trajo a su heredad santa del Carmelo, para que en ella renovásemos su vida de Nazaret.[…] ¡Qué alegría da una iglesia más, un conventico más donde se ame al Señor con todo el corazón! […]

¡Qué gusto pensar que cuando nos llegue el momento de la muerte, que ya no puede tardar mucho, nos vamos a unir con Dios! Vendrá su dulcísima Madre, cuyas hijas somos tan especialmente, a buscarnos para llevarnos a El. Ayudan tanto en este momento la Madre y el Hijo. […]¡Cómo habrá tenido esa predilección nuestro Dios con nosotras, […] de escogernos para ser esposas suyas por toda la eternidad! […] ¡Qué buenísimo Cristo nuestro Bien de habernos traído al Carmelo para vivir sólo para El!, ya sabe El que sólo queremos amarle y vivir para El solo, que si mil vidas tuviéramos, se las consagraríamos por entero con todo el corazón. Santa Maravillas de Jesús, Era Así, Madrid 1993, n. 909, 910, 913, 926, 944, 950, 922, 918, 962, 960).

Responsorio


R. Bajo tu protección nos acogemos, * Santa Madre de Dios. Bajo tu protección nos acogemos.

V. No deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades.
* Santa Madre de Dios. Gloria al Padre. Bajo tu protección nos acogemos.



Preces


Al celebrar la novena de la fiesta de la Virgen María, nuestra Señora, invoquemos a Cristo, diciéndole confiadamente: Por la intercesión de la Madre del Carmelo, escúchanos Señor.

Por la santa Iglesia de Dios que en María contempla su Madre y su modelo, para que aprenda a escuchar la Palabra y a proclamarla a toda la humanidad, roguemos al Señor.

Por todos aquellos que invocan a María como Madre y Protectora, para que encuentren en ella refugio en las adversidades y estímulo en la vida cristiana, roguemos al Señor

Por las personas que llevan el santo Escapulario del Carmen, signo de consagración y de esperanza, para que aprendan a imitar las virtudes de la Virgen y reflejen en sus obras una vida evangélica, roguemos al Señor.

(Añadamos, en silencio, nuestras intenciones personales y por la Orden)


Ave María


Oración
Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la Santísima Virgen María y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén




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