“Estando un día muy penada por el remedio de la Orden,
me dijo el Señor: «Haz lo que es en ti y déjame
tú a Mí y no te inquietes por nada; goza del bien que te ha sido dado, que es
muy grande; mi Padre se deleita contigo y el Espíritu Santo te ama»” (R 13)
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Anónimo (copia de José de Ribera)
Museo del Prado
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“En todo me parecía hablaba en él el Espíritu Santo
para curar mi alma, según se imprimía en ella” (Cf. V 23,16)
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Pieter Paul Rubens
Museo de Historia del
Arte de Viena
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“¡Oh, válgame, Dios!, y que hay aquí en qué os
consolar... entre tal Hijo y tal Padre forzado ha de estar el Espíritu Santo,
que enamore vuestra voluntad y os la ate tan grandísimo amor, ya que no baste
para esto tan gran interés” (C 27,7).
TERESA DE JESÚS
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