DÍA PRIMERO
Creados
para la comunión con Dios
Invocación inicial
Venid, adoremos al Señor, fuente de la Sabiduría, en unión de Nuestra Madre Santa Teresa de Jesús.
Himno
Cuan triste es, Dios mío, la vida sin ti!
ansiosa de verte, deseo morir.
Carrera muy larga es la de este suelo,
morada penosa, muy duro destierro.
¡Oh Dueño adorado! sácame de aquí!
ansiosa de verte, deseo morir.
La vida terrena es continuo duelo,
vida verdadera la hay solo en el cielo,
permite Dios mío que viva yo allí,
ansiosa de verte deseo morir
Cuan triste es, Dios mío, la vida sin ti!
ansiosa de verte, deseo morir.
(Letra, acordes, audio y partitura:
https://yocantocomodavid.blogspot.com/2014/09/ansiosa-de-verte.html)
Texto bíblico
"Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra». Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó. Y bendíjolos Dios, y díjoles Dios: « Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra»” (Gn 1,26-27).
Texto teresiano
“Es nuestra alma como un castillo todo de un diamante o muy claro cristal, adonde hay muchos aposentos, así como en el cielo hay muchas moradas. Que si bien lo consideramos, hermanas, no es otra cosa el alma del justo sino un paraíso adonde dice El tiene sus deleites. Pues ¿qué tal os parece que será el aposento adonde un Rey tan poderoso, tan sabio, tan limpio, tan lleno de todos los bienes se deleita? No hallo yo cosa con que comparar la gran hermosura de un alma y la gran capacidad; y verdaderamente apenas deben llegar nuestros entendimientos, por agudos que fuesen, a comprenderla, así como no pueden llegar a considerar a Dios, pues El mismo dice que nos crió a su imagen y semejanza. Pues si esto es, como lo es, no hay para qué nos cansar en querer comprender la hermosura de este castillo; porque puesto que hay la diferencia de él a Dios que del Criador a la criatura, pues es criatura, basta decir Su Majestad que es hecha a su imagen para que apenas podamos entender la gran dignidad y hermosura del ánima” (Moradas 1,1,1)
R/. Oigo en mi corazón: * Buscad mi rostro.
V/. Tu rostro buscaré, Señor. * Buscad mi rostro. Gloria al Padre. Oigo.
Preces
Al celebrar la santidad y sabiduría de Teresa de Jesús, nuestra madre, invoquemos a Dios, por medio de Cristo que ha querido ser nuestro hermano y amigo, y digámosle:
Señor, venga a nosotros tu reino
- Tú que enseñaste a Teresa a encontrar en Cristo la fuente de la vida verdadera,
haz que, escuchando al que es la Palabra, lleguemos a beber el agua de la vida eterna.
Señor, venga a nosotros tu reino
- Tú, que diste a Teresa en Cristo libro vivo y camino de santidad,
ayúdanos a descubrir a Cristo en la oración, para que, unidos a El, recorramos el camino de perfección hasta la meta.
Señor, venga a nosotros tu reino
-Tú, que has suscitado en la Iglesia la familia del Carmelo Teresiano para perpetuar el carisma de su fundadora,
concede a todos los carmelitas la gracia de ser herederos del espíritu de oración y del celo apostólico de su madre.
(Se pueden expresar otras intenciones particulares)
Padre nuestro…
Oración para todos los días
“¡Oh, Señor mío!, ¿cómo os puede pedir mercedes quien tan mal os ha servido y ha sabido guardar lo que le habéis dado? ¿Qué se puede confiar de quien muchas veces ha sido traidor? Pues ¿qué haré, consuelo de los desconsolados y remedio de quien se quiere remediar de Vos? ¿Por ventura será mejor callar con mis necesidades esperando que Vos las remediéis? No, por cierto; que Vos, Señor mío y deleite mío, sabiendo las muchas que habían de ser y el alivio que nos es contarlas a Vos, decís que os pidamos y que no dejaréis de dar”. Amén (Exclamaciones 5,1)
Todos los textos de esta novena
a Santa Teresa
de Jesús, han sido
extraídos de la Sagrada Escritura, del oficio propio de la Liturgia de las
Horas de Santa Teresa de Jesús y de sus escritos, a excepción de dos himnos
oficiales dedicados a ella. La autora se ha limitado hacer la composición de
los textos en forma Novena.
María del Pilar de la Iglesia OCDS
Barcelona, 3 de octubre
de 2018
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