Novena a Santa Teresa de Jesús siguiendo su itinerario existencial. Día Séptimo

DÍA SÉPTIMO

Orar por los sacerdotes





Invocación inicial

Venid, adoremos al Señor, fuente de la Sabiduría, en unión de Nuestra Madre Santa Teresa de Jesús.


Himno (oficial del IV centenario de la muerte de Teresa)

Teresa que tuviste la osadía de creer, 
- Ahóndanos la fe - 

Teresa que seguiste los caminos del Señor, 
- Contágianos tu amor - 

Teresa que del hombre conociste la verdad, 
- Consérvanos la paz - 

Teresa que de Cristo descubriste la raíz
- Enséñanos que Dios es alegría y que sólo basta Dios -

Mujer que fuiste Santa sin dejar de ser mujer, 
- Ahóndanos la fe - 

Amiga de la Iglesia, la belleza y la oración, 
- Contágianos tu amor - 

Hoguera que supiste incendiar a los demás,
- Consérvanos la paz - 

Mujer que en Cristo vives porque Cristo vive en 
- Enséñanos que Dios es alegría y que sólo basta Dios.
- TERESA, TERESA, TERESA, AHONDANOS LA FE


Texto bíblico 

“Dijo el Señor: - Simón, Simón, Satanás os ha reclamado para zarandearos como a trigo en la criba; pero yo he pedido por ti, para que tu fe no falte. Y tú, cuando vuelvas en ti, ayuda a tus hermanos a permanecer firmes” (Lc 22,31-32).

“Si vivís unidos a mí y mi mensaje sigue vivo en vosotros, pedid lo que queráis y lo obtendréis. En esto se manifiesta la gloria de mi Padre: en que deis fruto abundante y seáis discípulos míos” (Jn 15,7-8).

Texto teresiano

“Determiné a hacer eso poquito que era en mí, que es seguir los consejos evangélicos con toda la perfección que yo pudiese y procurar que estas poquitas que están aquí hiciesen lo mismo, confiada en la gran bondad de Dios, que nunca falta de ayudar a quien por él se determina a dejarlo todo; […] Todas ocupadas en oración por los que son defendedores de la Iglesia y predicadores y letrados que la defienden, ayudásemos en lo que pudiésemos a este Señor mío, […] ¡Oh hermanas mías en Cristo! ayudadme a suplicar esto al Señor, que para eso os juntó aquí; éste es vuestro llamamiento, éstos han de ser vuestros negocios, éstos han de ser vuestros deseos, aquí vuestras lágrimas, éstas vuestras peticiones; Estáse ardiendo el mundo, quieren tornar a sentenciar a Cristo, […] quieren poner su Iglesia por el suelo […] No, hermanas mías, no es tiempo de tratar con Dios negocios de poca importancia. […] cuando vuestras oraciones y deseos y disciplinas y ayunos no se emplearen por esto que he dicho, pensad que no hacéis ni cumplís el fin para que aquí os juntó el Señor»” (Camino 1, 2.5; 3,10).

Responsorio breve

      R/. Oigo en mi corazón: * Buscad mi rostro.

      V/. Tu rostro buscaré, Señor. * Buscad mi rostro. Gloria al Padre. Oigo.

Preces

 Glorifiquemos a Cristo que amó a su Iglesia y se entregó por ella para consagrarla. Pidámosle que su Esposa sea siempre santa e inmaculada, y digámosle confiadamente:

      Señor, protege a tu Iglesia.

Tú, que eres la cabeza de la Iglesia,

― haz que tus fieles, unidos a ti por la fe y el amor, se sientan miembros de tu cuerpo.

     Señor, protege a tu Iglesia.

Tú, que has establecido la Iglesia sobre el ministerio de Pedro y de los apóstoles,

― por intercesión de santa Teresa, nuestra Madre, bendice al papa Francisco y a todos los obispos de la Iglesia universal.

      Señor, protege a tu Iglesia.

Tú, que has elegido con inmenso amor a los sacerdotes, para que sean luz de tu Iglesia y alimenten a tu pueblo con los sacramentos,

― haz que tus ministros sagrados brillen, conforme a los deseos de Teresa, por su santidad y sabiduría.

     Señor, protege a tu Iglesia.

(Se pueden expresar otras intenciones particulares)

                                                       Padre nuestro…

Oración para todos los días

“¡Oh, Señor mío!, ¿cómo os puede pedir mercedes quien tan mal os ha servido y ha sabido guardar lo que le habéis dado? ¿Qué se puede confiar de quien muchas veces ha sido traidor? Pues ¿qué haré, consuelo de los desconsolados y remedio de quien se quiere remediar de Vos? ¿Por ventura será mejor callar con mis necesidades esperando que Vos las remediéis? No, por cierto; que Vos, Señor mío y deleite mío, sabiendo las muchas que habían de ser y el alivio que nos es contarlas a Vos, decís que os pidamos y que no dejaréis de dar”. Amén (Exclamaciones 5,1)


Todos los textos de esta novena a Santa Teresa de Jesús, han sido extraídos de la Sagrada Escritura, del oficio propio de la Liturgia de las Horas de Santa Teresa de Jesús y de sus escritos, a excepción de dos himnos oficiales dedicados a ella. La autora se ha limitado hacer la composición de los textos en forma Novena.

María del Pilar de la Iglesia OCDS

Barcelona, 3 de octubre de 2018

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