DÍA SEXTO
Dios Trinidad da a Teresa la misión de fundadora
Invocación inicial
Venid, adoremos al Señor, fuente de la Sabiduría, en unión de Nuestra Madre Santa Teresa de Jesús.
Himno
Vuestra soy, para Vos nací,
¡qué mandáis hacer de mí?
Vuestra soy, pues me criasteis,
vuestra, pues me redimisteis,
vuestra, pues que me sufristeis,
vuestra, pues no me perdí:
¡qué mandáis hacer de mi¡
Dadme riqueza o pobreza,
dad consuelo o desconsuelo,
dadme alegría o tristeza,
dadme infierno o dadme cielo,
vida dulce, sol sin velo,
pues del todo me rendí
¡qué mandáis hacer de mi!
(https://yocantocomodavid.blogspot.com/2017/10/vuestra-soy.html)
Texto bíblico
“Mi madre y mis hermanos son todos los que escuchan el mensaje de Dios y lo ponen en práctica” (Lc 8,21).
“Todo aquel que escucha mis palabras y obra en consecuencia, puede compararse a un hombre sensato que construyó su casa sobre un cimiento de roca viva. Vinieron las lluvias, se desbordaron los ríos y los vientos soplaron violentamente contra la casa; pero no cayó, porque estaba construida sobre un cimiento de roca viva” (Mt 7, 24-25).
“Todo aquel que escucha mis palabras y obra en consecuencia, puede compararse a un hombre sensato que construyó su casa sobre un cimiento de roca viva. Vinieron las lluvias, se desbordaron los ríos y los vientos soplaron violentamente contra la casa; pero no cayó, porque estaba construida sobre un cimiento de roca viva” (Mt 7, 24-25).
Texto teresiano
“Habiendo un día comulgado, mandóme mucho Su Majestad lo procurase con todas mis fuerzas, haciéndome grandes promesas de que no se dejaría de hacer el monasterio, y que se serviría mucho en él, y que se llamase San José, y que a la una puerta nos guardaría él y nuestra Señora la otra, y que Cristo andaría con nosotras, y que sería una estrella que diese de sí gran resplandor” (Vida 32, 11).
“Pues comenzando a poblarse estos palomarcitos de la Virgen nuestra Señora, comenzó la divina Majestad a mostrar sus grandezas en esta mujercitas flacas, aunque fuertes en los deseos y en el desasirse de todo lo criado, que debe ser lo que más junta el alma con su Criador, yendo con limpia conciencia. […] Su Majestad no parece se quiere quitar de con ellas. Esto es lo que veo ahora y con verdad puedo decir. Teman las que están por venir y esto leyeren; y si no vieren lo que ahora hay, no lo echen a los tiempos, que para hacer Dios grandes mercedes a quien de veras le sirve, siempre es tiempo, y procuren mirar si hay quiebra en esto y enmendarla. […] si viere va cayendo en algo su Orden, procure ser piedra tal con que se torne a levantar el edificio, que el Señor ayudará para ello” (Fundaciones 4, 5.7).
Responsorio breve“Pues comenzando a poblarse estos palomarcitos de la Virgen nuestra Señora, comenzó la divina Majestad a mostrar sus grandezas en esta mujercitas flacas, aunque fuertes en los deseos y en el desasirse de todo lo criado, que debe ser lo que más junta el alma con su Criador, yendo con limpia conciencia. […] Su Majestad no parece se quiere quitar de con ellas. Esto es lo que veo ahora y con verdad puedo decir. Teman las que están por venir y esto leyeren; y si no vieren lo que ahora hay, no lo echen a los tiempos, que para hacer Dios grandes mercedes a quien de veras le sirve, siempre es tiempo, y procuren mirar si hay quiebra en esto y enmendarla. […] si viere va cayendo en algo su Orden, procure ser piedra tal con que se torne a levantar el edificio, que el Señor ayudará para ello” (Fundaciones 4, 5.7).
R/. Oigo en mi corazón: * Buscad mi rostro.
V/. Tu rostro buscaré, Señor. * Buscad mi rostro. Gloria al Padre. Oigo.
Preces
Al celebrar la santidad y sabiduría de Teresa de Jesús, nuestra Madre, invoquemos a Dios, por medio de Cristo, y digámosle:
Señor, venga a nosotros tu reino.
Tú, que anhelas abrasar el mundo entero con el fuego de tu caridad,
― haz que seamos ante los hombres servidores y testigos de tu amor, a imitación de santa Teresa.
Señor, venga a nosotros tu reino.
Tú, que has suscitado en la Iglesia la familia del Carmelo Teresiano para perpetuar el carisma de su fundadora,
― concede a todos los carmelitas la gracia de ser herederos del espíritu de oración y del celo apostólico de su Madre.
Señor, venga a nosotros tu reino.
Tú, que has muerto por nuestros pecados y has resucitado para nuestra justificación,
― otorga a nuestros hermanos difuntos que esperan la revelación de tu gloria, el gozo de la Pascua eterna en la comunión de los santos.
Señor, venga a nosotros tu reino
Señor, venga a nosotros tu reino.
Tú, que anhelas abrasar el mundo entero con el fuego de tu caridad,
― haz que seamos ante los hombres servidores y testigos de tu amor, a imitación de santa Teresa.
Señor, venga a nosotros tu reino.
Tú, que has suscitado en la Iglesia la familia del Carmelo Teresiano para perpetuar el carisma de su fundadora,
― concede a todos los carmelitas la gracia de ser herederos del espíritu de oración y del celo apostólico de su Madre.
Señor, venga a nosotros tu reino.
Tú, que has muerto por nuestros pecados y has resucitado para nuestra justificación,
― otorga a nuestros hermanos difuntos que esperan la revelación de tu gloria, el gozo de la Pascua eterna en la comunión de los santos.
Señor, venga a nosotros tu reino
(Se pueden expresar otras intenciones particulares)
Padre nuestro…
Oración para todos los días
“¡Oh, Señor mío!, ¿cómo os puede pedir mercedes quien tan mal os ha servido y ha sabido guardar lo que le habéis dado? ¿Qué se puede confiar de quien muchas veces ha sido traidor? Pues ¿qué haré, consuelo de los desconsolados y remedio de quien se quiere remediar de Vos? ¿Por ventura será mejor callar con mis necesidades esperando que Vos las remediéis? No, por cierto; que Vos, Señor mío y deleite mío, sabiendo las muchas que habían de ser y el alivio que nos es contarlas a Vos, decís que os pidamos y que no dejaréis de dar”. Amén (Exclamaciones 5,1)
Todos los textos de esta novena a Santa Teresa de Jesús, han sido extraídos de la Sagrada Escritura, del oficio propio de la Liturgia de las Horas de Santa Teresa de Jesús y de sus escritos, a excepción de dos himnos oficiales dedicados a ella. La autora se ha limitado hacer la composición de los textos en forma Novena.
María del Pilar de la Iglesia OCDS
Barcelona, 3 de octubre de 2018
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