Antonio Palomino (1655-1726)
|
La grandeza y dignidad sublimes de san José le vienen dadas por Dios cuando en el Decreto eterno de la salvación-redención del hombre, después del pecado de los primeros padres, mediante el envío de su Hijo a este mundo predestinó a san José junto con María, ya que en esa predestinación eterna no solo está comprendido lo que se ha de realizar en el tiempo sino también el modo y el orden de su ejecución (Santo Tomas, III q. 24,N. 4), Y si para llevar a cabo la Encarnación de su Hijo predestina a María Virgen y casada, con ella predestina a José como esposo y por su matrimonio con ella como padre del Dios Encarnado. Esto lo sabemos por la relación que de este misterio de la Encarnación-Redención hacen los evangelios. San Lucas afirma que el Hijo de Dios, Dios como el Padre, se encarnó en el seno de María Virgen casada con un hombre llamado José, de la casa de David y el nombre de la Virgen era María (Lc 1,18) y Lucas de nuevo: el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José (Lc1,26-27)
De
hecho, el Evangelio siempre nombra a María unida a José y a José unido a María:
Jacob engendró a José, esposo de María (Mt 1,16). Le dice el ángel: José,
no temas tomar a María tu mujer porque lo que hay en ella es obra del Espíritu
Santo. Y despierto del sueño la llevó a su casa (Mt 1,20.24). José va a Belén
para empadronarse con María, su esposa (Lc 2,5). Los pastores encontraron a
María y a José y al Niño acostado en el pesebre (Lc 2,16). Cuando se
cumplieron los días de la purificación de ellos, llevaron a Jesús a Jerusalén
para presentarlo al Señor (Lc 2,22). Su padre y su madre estaban admirados de
lo que se decía de él (Lc 2,33) ...Sus padres iban todos los años a Jerusalén a
la fiesta de la Pascua (Lc 2,41). Ellos buscan a Jesús que se había
perdido, y le encontraron en Jerusalén en el templo en medio de los doctores y
su madre le dice: tu padre y yo te andábamos buscando muy angustiados
(Lc3,48). Y si la Madre no estuvo separada del Hijo de Dios ni siquiera en
la divina elección, como dice Suárez (3 p, d. I, sect. 3), tampoco pudo estarlo
san José, predestinado por Dios para servir directamente al Salvador. “San
José ha sido llamado por Dios para servir directamente a la persona y a la
misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad, de este modo él
coopera en la plenitud de los tiempos en el gran misterio de la redención y es
verdaderamente `ministro de la salvación” (RC 8). Esta grandeza de san José
por ser Esposo de María y Padre de Jesús le coloca muy por encima de todos los
santos y coros de ángeles. Le coloca en el orden de la gracia de María y de
Jesús humanado. En el grado ínfimo, pero el que está en el grado ínfimo de un
orden superior, está muy por encima del más alto de un orden inferior...
P. Román Llamas, ocd, 15 de enero de 2020,
miércoles.
Fuente imagen:Los desposorios de la Virgen de Antonio Palomino
Fuente imagen: Jesús perdido y hallado entre los doctores
Fuente imagen:Los desposorios de la Virgen de Antonio Palomino
Fuente imagen: Jesús perdido y hallado entre los doctores
No hay comentarios:
Publicar un comentario